Feliz Navidad
Estos días muchos de nosotros recibiremos y enviaremos mensajes felicitando la Navidad y deseando lo mejor para el próximo año; acudiremos a comidas, cenas y copas con nuestra familia y amigos, nos afanaremos en la búsqueda del regalo perfecto y, por unos días, desearemos ser mejores y poder vivir con esta conciencia durante el resto del año. No me dirijo a aquellos que piensan que la Navidad es sólo una excusa para consumir más, o tal vez sí, pero solo por un momento quiero recordar qué estoy celebrando.
Hay un texto circulando por internet y atribuido al Papa Francisco que dice: “La Navidad suele ser una fiesta ruidosa: nos vendría bien un poco de silencio, para oir la voz del Amor. Navidad eres tú, cuando decides nacer de nuevo cada día y dejar entrar a Dios en tu alma”. Estos días celebro que el Amor salió al encuentro del Hombre. No conozco ninguna otra tradición donde Dios sea el que da el primer paso y se ofrezca a su criatura, encarnándose en el más necesitado de todos, un recién nacido. Lo único que tengo que hacer, es aceptarlo.
Partir con la conciencia de que ya tengo todo en mí, de que nada me falta y que mi único trabajo es eliminar el ruido, lo que me daña y aprender a mirar a los demás de la misma manera, eso es Navidad.
Abrir los ojos por la mañana y darme cuenta de que ese día es pura gratuidad, pues ni con la mayor fuerza de voluntad puedo garantizar que eso se repita al día siguiente, eso es Navidad.
Afrontar la jornada como la ocasión de reconocerLE en lo que hago y en todos los que me encuentro, pasar una tarde con unas amigas meditando juntas y cantando villancicos, eso es Navidad.
Esto es lo que celebro y es lo que os deseo de todo corazón en estos días.
¡FELIZ NAVIDAD!
Escrito por:
Almudena.
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