Meditación. Mindfulness. El arte de perderle el miedo a nuestro interior

mindfulness

Yoga sutra: 3.10

Tasya Prashanta vahita samskarat

«El flujo constante de este estado (nirodha-parinamah) continúa con la creación de impresiones profundas (samskaras) de hacer la práctica.» 

Patanjali

Era invierno. Terminamos la sesión de meditación cuando en la sesión de compartir la Shadana personal David preguntó:

-«Cuando pierdo la calma lo pierdo todo. Desde ese estado de ansiedad y confusión, mi mente toma el control y empieza a proyectar un montón de películas a las que me quedo enganchado. Y lo más curioso es que en el fondo, a pesar de todo, me encanta sufrir. Seguir alimentando Dukkha.

¿Cómo puede gustarme sufrir? ¿Por qué busco siempre ese estado de tensión?»-

Aunque luminosa, la mañana era fría. Había una temperatura capaz de hacer vaho el alimento. Mientras tomaba mi té caliente empecé a contarle mi experiencia:

-«Lo primero es tomar perspectiva de lo que pasa por mi cabeza y lo que siento. Tomar la distancia suficiente para darme cuenta, aunque  me cueste mucho al principio, que ambos, pensamientos y emociones, son producto de mi interpretación de las cosas y las situaciones. Esto es Avidya o ignorancia. Para poder coger perspectiva sobre este conocimiento incorrecto de la realidad, la meditación es la práctica perfecta. Esto no significa que en mi mente no vayan a seguir apareciendo razonamientos erróneos. Sino que voy a desarrollar la habilidad de poder esquivarlos. Están ahí. Los veo, pero ya no se estrellan contra mi cara. Es como el juego de cintura en el boxeo. Gracias a él, puedo esquivar los golpes. Mi ego (Ahamkara) seguirá lanzarme ganchos ni directos. Pero fintaré muchos de ellos.

Poco a poco vamos perdiéndole el miedo a lo que pasa por nuestro interior. Poco a poco vamos logrando la libertad suficiente para obrar correctamente independientemente de lo vivido por dentro. Porque con la práctica de la meditación aprendemos que nuestro mundo interior solo se vuelve real si no materializamos a través de nuestros actos»-.

Seguimos disfrutando de la  clara y fría mañana de invierno hasta la hora del almuerzo. Ya no hubo más preguntas. Simplemente caminamos juntos.

Namasté.

Pedro Arce

pedro arce cifuentes

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