Miedo y autoconocimiento

 

El camino hacia la serenidad conlleva un esfuerzo honesto y vigoroso para descubrir realmente quienes somos. Este conocimiento implica aquellos comportamientos y defectos que más daño nos hacen. Queremos saber dónde y cuándo se forjaron estas peculiaridades de nuestra personalidad que tanto nos molestan y nos dificultan las relaciones con los demás. Entendemos la infelicidad que causó tanto a nuestro entorno como a nosotros mismos.

El descubrir este lado oscuro es el primer paso para intentar corregirlo. Y la auténtica serenidad requiere un esfuerzo constante para ahondar en este autoconocimiento. Un conocimiento que nos posicionará adecuadamente para gestionar de forma más efectiva nuestras emociones difíciles.

Este autoconocimiento no se logra de la noche a la mañana y nadie tiene un conocimiento exacto y constante de sí mismo. Cada uno tiene la responsabilidad en este proceso como condición para poder enfrentarse a la realidad con la madurez necesaria para aceptarla. Es la única forma que encontramos para desarrollarnos plenamente a pesar de nuestros defectos de carácter.

Pedro

 

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