Beneficios del yoga para mujeres embarazadas

Matilde se siente inquieta esta mañana. Está en su quinto mes de embarazo y las sensaciones han cambiado. Ya no siente nauseas, pero nota una sensación extraña en su cuerpo, le acompaña alguien ahí dentro, que va creciendo y tomando autonomía en su barriga. Se siente algo cansada, agarra un taburete de la cocina y se sienta, mientras calienta un poco de agua en el fuego. Piensa en que se va acercando a un camino sin retorno, una responsabilidad deseada pero que ahora le asusta.

Recuerda su último embarazo, no llegó al segundo mes. Aunque ahora ya está en el quinto mes de embarazo y ha superado la ansiedad de los primeros meses, no puede evitar sentir un escalofrío. Trata de alejar ese pensamiento y concentrarse en el agua que comienza a desperezarse en el cazo, pero no lo consigue. Su cabeza es un torbellino entre pasado y futuro. El miedo a que ocurra lo mismo y el miedo a lo que viene. Se sienta y trata de respirar, pero la emoción que le producen esos pensamientos se le ha atravesado en el diafragma y no deja pasar el aire.

Apaga el fuego y se dirige al salón. Allí está su manta de yoga, extendida desde la última vez que la utilizó. Se acerca a ella y se sienta despacio. Siente el tacto de la manta sobre sus manos y eso la tranquiliza. Coloca un cojín debajo de sus nalgas y se apoya sobre las rodillas. Se siente algo más tranquila, es como si su manta la acunara, con suaves caricias de tela de lana. Coloca las manos sobre el regazo y forma un mudra con sus dedos índice y pulgar. Poco a poco, la sensación es cada vez más confortable, extrañamente se siente protegida y segura, como si hubiera entrado en su hogar verdadero, un resguardo seguro para ella y su bebé, el único hogar inviolable donde ambos se pueden susurrar.

Comienza a respirar por la nariz, sintiendo como el aire entra y sale de sus fosas nasales. Ya no hay pensamientos, sólo ese aire suave que recorre su cuerpo, poco a poco. Su cabeza, su garganta, sus pulmones, el abdomen, todo se llena de aire y vida, progresivamente. Y así, paulatinamente, Matilde entabla con su cuerpo el lenguaje secreto de las asanas, una comunicación silenciosa y fluida, una comunicación de entendimiento. El saludo al sol, el pez, el árbol, comienzan a fluir en una coreografía armoniosa que la llevan a danzar sin tregua. Cuando termina, se recuesta sobre la manta para hacer la relajación. Ya no ha pensamientos recurrentes, ni miedos, ni dolores de espalda, ni pasado, ni futuro, sólo este maravilloso presente de quietud, donde cuerpo, mente y alma son uno sólo y es ese momento cuando siente movimientos en su abdomen, la increíble llamada de la vida bailando con ella en la quietud de su manta.

¿Cuales son los beneficios del Yoga
para mujeres embarazadas?

Ayuda a la Oxigenación interna de tejidos

El trabajo de yoga para embarazadas ayuda a liberar las tensiones musculares y mejora la facultad de la respiración, favoreciendo el incremento de la oxigenación tanto de la sangre de la madre como la del niño.

Da elasticidad a los tejidos

La banda del periné, que da sostén al útero, durante el embarazo  debe ganar la mayor flexibilidad posible para que el paso del feto tenga el menor impacto posible para la madre. Muchas posiciones del yoga y técnicas de respiración actúan sobre esta zona y atenúan las contracciones.

Posición de la pelvis

A medida que el embarazo avanza, la pelvis se desplaza hacia delante y la curva lumbar se acentúa. El yoga ayuda a las embarazadas a estirar la espalda, especialmente la zona lumbar sobre la que más peso se carga ayudando a equilibrar la distribución del peso.

Tono de los músculos implicados

El trabajo de asanas  es uno de las mejores prácticas físicas para la preparación del parto a través de la tonificación Jade musculatura específica.

Relajación y buena digestión

La ansiedad e inseguridad típicas que acompañan a la embarazada mejora a través de la práctica de la respiración, la meditación y otras técnicas de yoga como pueden ser la repetición amorosa de mantras (sílbas, palabras o frases sagradas).

Escrito por Equipo AIYA

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