Entre tu y yo. Mindfulness

Interpuesto entre tú y tu objetivo se encuentra un canal de interferencias, de trincheras y barricadas cargadas de recuerdos, de esperanzas y deseos instalados en el inconsciente y que fluctúan hacia lo aparentemente real. Y así entre la palabrería más dogmática y aparentemente práctica subyacen los conceptos que alimentan la mente humana, consignas pasadas y futuras, emociones cargadas de dirección, sensaciones atrapadas en el círculo de lo visible y un sinfín de obstáculos que enturbian la conciencia en el momento mismo de escuchar el despertador. La intención es clara, con humildad y suma atención fijo mis centros de observación y mis receptores sensoriales sobre ti, te miro, te observo y abro cada vez más hueco y más espacio entre ese tumulto de pensamientos, emociones y sensaciones que con tintes de sabiduría prepotente intentan distorsionar la realidad de la experiencia. Así observo, así permanezco, entre tú y yo, momento a momento, alerta y despierto, humilde y amable. No hay más.

Y cada momento pasa y resurge de su inconformismo alineándose nuevamente ante una nueva experiencia, momento a momento, latido a latido, marcando ritmo y expandiendo movimiento. Y vuelta al principio, recordando los orígenes eternos de la vida misma, y justo ahí te paras de nuevo, con la mirada fija y relajada, el oído abierto y la piel erizada de motivos y ofrendas. Y nada de esto es más tuyo que el simple hecho de la experiencia, el mejor regalo de la vida es poder darte cuenta, poder estar en el lugar del ser, poder ser en el lugar que estás…

Y vuelta a empezar, entre tú y yo, entre sabores más finos y realidades más frescas, y quizá entre el espacio mismo que hay entre nosotros sea donde está el aire que nos alimenta, donde caben los movimientos más limpios y las danzas más sagradas, y quizá gracias a eso, tú y yo respiramos y nos renovamos en cada aliento, y quizá todo sea más sencillo, y probablemente lo más grande de todo pudiera ser la nada, y  estas palabras puede que vuelen por el aire que hay más allá de ti, y así me puedas comprender y te dejes acariciar para poder transformarnos en amor y unidad, sin más.

Israel García del Río

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