¿Qué es el Yoga Ayurveda?
El yoga ayurvédico es la fusión de dos ciencias interesadas en el florecimiento del ser humano, el yoga y el ayurveda. Tradicionalmente en India ambas disciplinas han ido de la mano y podemos encontrar numerosas referencias de épocas antiguas, en libros clásicos de yoga como en el Hatha Yoga Pradipika, en el que se citan conceptos ayurvédicos como los doshas, el agni o el ama, y como se ven afectados por la práctica de ciertas asanas y pranayamas. Como también en autores más contemporáneos como el gran Sir Krishnamacharya, uno de los yoguis más influyentes del s.XX, maestro de Iyengar o Pathabi Jois. Krishnamacharya en su texto Makaranda cita diferentes marmas ayurvédicos, su relación con los chakras y a su importancia desde el punto de vista de la práctica del yoga.
¿Quieres ser profesor de Yoga Ayurveda?
A través de la fisiología moderna hemos descubierto que la musculatura funciona en el movimiento a través de cadenas miofasciales de forma que los músculos no trabajan de forma aislada. A través del entrenamiento adecuado cualquier atleta va definiendo de forma más armónica la forma en la que recluta su musculatura, independientemente de la tonicidad muscular que tenga. Llegados a este punto debemos saber que la tonicidad muscular tiene ciertos límites, sin embargo, la habilidad para realizar la reclutación muscular más eficiente para un movimiento o posición es un arte que se puede depurar constantemente. Esto es algo que conocen bailarines y deportistas de élite. Esta calidad en el movimiento se consigue a través de activaciones de cadenas musculares y estas se ejecutan por la activación selectiva de la fascia.
Implicaciones de la fascia en el Yoga Ayurvédico
Desde que se han descubierto las implicaciones de la fascia en el movimiento ha aparecido una nueva moda. El problema es que si bien la activación de un bíceps de forma aislada, es sencilla y totalmente controlada, la activación de la fascia es mucho más sutil. Aunque tiene una importancia vital tanto en el mantenimiento de las posturas estáticas como en el movimiento, tomar consciencia y trabajar con ella es harina de otro costal. Y sí, hablo de trabajar con ella. No únicamente sobre la conexión que hay entre determinadas asanas y como estiran estas cadenas miofasciales, sino de cómo relacionarnos con ellas.
El yoga ayurvédico en primera instancia habla de esto. Como trabajar el alma de nuestra postura y de nuestro movimiento. Y son los marmas las puertas que nos introducen a este dominio. Los marmas y el trabajo preciso sobre ellos a través de diferentes técnicas.
De esta manera la asana pasa a ser sostenida de otra forma. El cuerpo se convierte en una estructura tenségrica, homogénea, fácilmente sostenida. En el que el cuerpo responde de manera integral. Existe una armonía entre la alineación osea y articular, que formarían los elementos rígidos de la arquitectura corporal, y las musculatura y tejido fascial, elementos elásticos del cuerpo. A través del equilibrio de tensión entre nuestros elementos rígidos y elásticos la práctica se vuelve ligera. Las sensaciones en la asana cambian empezando a movilizar los vayus por el cuerpo. Cada marma está relacionado con diferentes doshas o bioenergías de nuestro cuerpo, los famosos vata pitta y kapha. Sabiendo qué marmas estamos trabajando y cómo hacerlo tenemos acceso al dominio de estos doshas en nuestro cuerpo. Doshas que nos hablan desde una perspectiva muy amplia, que va desde la salud en nuestros órganos internos hasta otros aspectos emocionales y espirituales. Aquí es donde el yoga realmente empieza a entenderse como terapéutico. A través de la comprensión profunda de la medicina tradicional que lo ha acompañado siempre, el ayurveda. Hoy rescatamos toda esta sabiduría para dar vigor, virya, a nuestra práctica de yoga.
Namaste.
Escrito por Pedro Arce
Conoce nuestras formaciones y clases de YOGA AYURVÉDICO
