La relación entre el pensamiento positivo y el Yoga Ayurvédico

¿Qué relación hay entre los pensamientos positivos y la practica del yoga ayurvedico? Y a la vez ¿Qué relación hay entre una actitud positiva y nuestra capacidad de sanar dolencias? Seguro que has podido experimentar que después de una sesión de Yoga tu estado de animo es sin duda mejor de antes de haber empezado la práctica. ¿Porqué pasa esto? Sin duda hay una relación fisiológica, en el sentido que el hacer movimiento produce endorfinas en nuestro cuerpo, la hormona del bienestar. Además, el control de la respiración (Pranayama) que realizamos durante la practica tiene una relación muy estrecha con el control de los pensamientos y la sensación de bienestar.

Mens sana en corpore sano, decían los antiguos latinos. Aunque ahora este dicho se utiliza en otro sentido, el significado original es “oremos para disponer de un espíritu equilibrado en un cuerpo equilibrado”. Cada vez que realizamos nuestra práctica, podemos decir que realizamos una oración (al universo) para que nos mantenga sanos y en equilibrio con nosotros mismos. No hace falta recordar que Yoga significa unión y equilibrio entre cuerpo físico y nuestra parte espiritual…

¿Cómo relacionamos entonces el Yoga Ayurvedico con el pensamiento positivo? El Yoga y el Ayurveda son dos disciplinas que van de la mano desde hace más de 2000 años, y ambas nos hablan de mantener en equilibrio nuestra salud y nuestro estado de ánimo, a través de la práctica y de la alimentación, o, mejor dicho, de nuestra relación con la naturaleza.

Cada vez que realizamos nuestra practica de Yoga y nos alimentamos bien, de una forma respetuosa con nosotros mismos y con el ambiente, elevamos nuestra energía. Todo depende de nuestra vibración, de la energía que desprendemos, y no estamos hablando de ficción o de misticismo. Incluso la ciencia (física cuántica) más moderna apoya la teoría que somos energía vibrando de una forma diferente, dependiendo de nuestro estado de animo y de como nos relacionamos con el entorno.

Al fin de cuentas es fácil de entender, ya que estamos compuesto de átomos, que dan lugar a moléculas. Las moléculas forman tejidos, los tejidos forman órganos, los órganos forman sistemas y finalmente los sistemas forman nuestro cuerpo. ¿Y que es lo que hay en un átomo? Pura energía. Además, si pensamos a la actividad cerebral o la actividad de nuestro sistema digestivo, no podemos no pensar en energía, ya que los estímulos eléctricos del cerebro son los que producen los pensamientos y los movimientos en nuestro cuerpo y el cuerpo necesita energía para transformar los alimentos que comemos en nutrientes.

Nuestra frecuencia vibratoria determina en gran parte nuestra percepción de la realidad. Cuando vibramos con una alta frecuencia, nuestro pensamiento será mucho más positivo y nos sentiremos en armonía con el entorno. El respecto hacia a uno mismo y hacia los demás, la empatía, la compasión, la solidaridad son los sentimientos que el Yoga propone practicar a diario fuera de la esterilla y que nos permiten vibrar de una forma más alta. Yamas y Nyamas son como los mandamientos de las personas que practican esta disciplina y que todos tenemos la obligación de practicar en nuestra vida real. Cuando acaba la práctica física es cuando empezamos a practicar Yoga de verdad. De aquí la conexión entre pensamiento positivo y Yoga Ayurvedico: practicamos Yoga en todos sus aspectos, nuestra frecuencia vibratoria será más alta y nuestra actitud hacia la vida será más positiva y más sana. Cuando vibramos alto nuestro sistema inmune también funcionará mejor y nos protegerá de dolencias y enfermedades.

Todos nosotros tenemos lo que se llama “el sanador interior”. El ser humano, como los animales, tiene una gran capacidad de auto sanarse. Cuanto más seamos conscientes de nosotros, como nos alimentamos, como nos relacionamos con los demás, más seremos capaz de conectar con nuestro sanador interior que es lo que nos aconseja que comer, que tipo de relaciones tener, en definitiva, que es lo que nos hace bien y no nos hace enfermar tan fácilmente. Nos cuida y nos protege.

En definitiva, la clave es conocerse y saber escucharse a uno mismo. Aprender nuestro proprio libreto de instrucciones, y el Yoga Ayurvedico es la disciplina perfecta para poder enfrentarse a este estupendo viaje dentro de nosotros.

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